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  • Rafael Bureo

Establecimiento de objetivos

Un admirador dijo una vez a un concertista de piano altamente reconocido: "Daría la mitad de mi vida para tocar como tú." Y el pianista le respondió: "Eso es exactamente lo que hice"

(Cox, 2012, p. 44).

¿Porqué da alguien la mitad de su vida para convertirse en un concertista altamente reconocido? O más importante, ¿cómo consigue una persona dar la mitad de su vida para lograr esto? La respuesta parece simple en teoría, pero la práctica es más difícil de lo esperado. Se trata de la motivación. La motivación puede variar mucho, algunos días todo sienta bien, todo funciona y aceptas criticas del entrenador. Otros días, sin embargo, no hay ningún deseo de entrenar y estar concentrado un periodo largo. ¿Qué tienes que hacer para poder combatir esta pereza? Puedes establecer objetivos para motivarte.

La motivación es la energía que un jugador necesita para entrenar continuamente y volver a dar todo lo posible en los entrenamientos y en los partidos. Existe una distinctión entre la motivación intrínseca y extrínseca. La motivación intrínseca es un estímulo que sale de dentro de nosotros mismos y la motivación extrínseca es un estímulo que viene de fuera de nosotros mismos. Independientemente de la motivación que uno prefiere, es importante alimentar la motivación intrínseca o extrínseca estableciendo objetivos de una manera correcta. Objetivos te dan energía y dirección al proceso del desarrollo deportivo. Con un objetivo claro entrenaras con más intensidad (sabes lo que quieres mejorar) y entrenaras de manera más eficiente (obtendrás máximo provecho de un entreno). Sin establecimiento de objetivos no hay una clara dirección en el desarollo deportivo y es difícil mantener la motivación para convertirse, finalmente, un concertista de piano altamente reconocido. El establecimiento de metas es una manera maravillosa de mantener una motivación alta, tanto para la vida cotidiana como en la vida deportiva.

Orientado a los resultados

Saber qué tipo de objetivos establecer es importante porque los objetivos formulados incorrectamente pueden llegar a reducir la motivación. Al establecer objetivos se pueden dirigir a un resultado en particular, esto son los objetivos de resultado. Objetivos de resultados no describen cómo se consigue algo, pero solo sí se consigue: "Jugamos contra un rival débil, así que tenemos que ganar". La desventaja de los objetivos de resultados es que pierdes control del objetivo y dependes de otros aspectos como, por ejemplo, un oponente. Por tanto la motivación puede fluctuar considerablemente si el resultado no es deseable.

Orientado al rendimiento y las tareas

Para mantener la motivación alta, es mejor establecer objetivos orientados al rendimiento y a las tareas. Estos objetivos describen específicamente qué deseas mejorar y cómo se va a mejorar. Objetivo de rendimiento: "Mi objetivo para el siguiente torneo es pegar las bolas con efecto, de revés. En los partidos quiero dar 10 bolas con efecto, de revés". Objetivo de tarea: "Para mejorar el efecto de mi revés me quedare 15 minutos después del entreno a practicar el golpe." Objetivos de rendimiento y objetivos de tarea dan un impulso a la motivación intrínseca y dan la dirección correcta al rendimiento y la tarea a mejorar. De esta manera tienes control sobre el desarrollo deportivo, la motivación seguirá siendo alta y eventualmente alcanzarás el resultado deseado.

¿En qué me tengo que fijar?

  • Si estableces objetivos es importante que satisfazcan las cinco reglas del modelo SMART: Especifico, Medible, Acceptable, Realista y Temporal.

  • Asegúrate que estableces los objetivos de manera positiva: ¿qué quiero conseguir en vez de que no quiero conseguir.

  • Establece metas a largo plazo (de temporada, media temporada) y objetivos a corto plazo (semana, mes).

  • Establece objetivos en aspectos que puedes controlar. Metas de rendimiento y metas de tarea pueden ayudar a conseguirlo.

  • Establece metas para entrenamientos y para partidos.

Los deportistas con éxito establecen sus objetivos orientado a lo que pueden rendir y mejorar en el momento dado (orientado al rendimiento y a la tarea), y no se dejan distraer por aspectos que no pueden controlar (orientado a los resultados). En definitiva cuando estableces objetivos fíjate en la dirección que dan a tu desarollo deportivo y a las habilidades que quieres entrenar. El resultado deseado es una consecuencia de las habilidades que entrenas.


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